En nombre de la Asociación Española de Toxicología (AETOX), tengo el placer de anunciar y presentar el XX Congreso Español de Toxicología y IV Iberoamericano, que tendrá lugar en Salamanca (España) del 26 al 28 de junio de 2013, y de invitarle cordialmente a participar. Durante más de un año hemos trabajado con ilusión para ofrecer un programa atractivo, interesante, ameno, variado, integrador y con proyección de futuro, así como lo mejor de nuestra ciudad, de nuestra institución y de nosotros mismos. Para la Universidad de Salamanca, y para mí especialmente, la organización de este congreso ha supuesto una gran oportunidad con la que darle al Área de Toxicología local la proyección nacional por la que venimos trabajando humildemente y con tesón durante los últimos quince años. Por este motivo, me siento obligada a agradecer a la AETOX y a todos sus miembros la confianza que han depositado en nosotros, y a la Junta Directiva por su colaboración y respaldo. Durante el congreso tendremos la oportunidad de conocer los avances más importantes, la frontera del conocimiento y los horizontes de las disciplinas más representativas de la toxicología en España, Portugal y Latinoamérica.
Con el mismo rigor con el que este congreso aborda y considera la toxicología desde la perspectiva académica e institucional, hemos querido incorporar a la industria relacionada. Atendiendo al espíritu de la sociedad del conocimiento que comienza a fraguarse en esta generación, y con el ánimo de contribuir modesta pero realmente a su consecución, deseamos que este congreso sea un punto de encuentro que facilite la colaboración público-privada y la transmisión del conocimiento. Nuestras sociedades están evolucionando rápidamente, y demandan cada vez con más fuerza que la ciencia, desde todos sus ámbitos, contribuya al desarrollo social y económico. Y nosotros, los que nos dedicamos a la toxicología, no podemos ni debemos ser una excepción. Si la Ilustración hizo suyo el grito de Horacio “atrévete a saber”, a nosotros nos corresponde la tarea de aunar esfuerzos para proyectar y aplicar el conocimiento con un nuevo lema, “atrevámonos a innovar”.
No puedo cerrar esta presentación sin mostrar mi gratitud a las autoridades, instituciones y empresas que han colaborado y han facilitado el desarrollo del congreso, al Comité de Honor, al Comité Científico y al Comité Organizador, y a todos mis colaboradores y compañeros cercanos que han contribuido, en la medida de sus posibilidades, a hacer realidad este evento, y a que sea más interesante y productivo para todos. Por último me queda presentarles el escenario, Salamanca, una ciudad acogedora que cuenta con una de las Universidades más antiguas de Europa, entre cuyos muros, llenos de saber e historia estará la sede del congreso. Es además un lugar donde se respira cultura y donde pasear por sus calles es sentir que el tiempo no pasa, por eso, esperamos que el programa social que ofrecemos contribuya a crear un buen recuerdo de su participación en el congreso.